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El Hilo de Ariadna II

Ellas

Cantos de sirena

Cantos de sirena ReigaR despertó al oir su melodiosa voz. No recordaba cuánto había dormido. ¿Un día entero? ¿quizás dos? No lo sabía. Ni siquiera estaba seguro de conocer a la persona que tenía delante. De repente vió su nave, encallada en unas rocas, y empezó a recordarlo todo.

ReigaR había desviado el rumbo de su navío, en algún momento de la travesía, atraído por los cantos de alguna sirena, y no vió el arrecife que las olas albergaban. Pero eso parecía un recuerdo lejano. -¿Cuánto tiempo llevo aquí?- preguntó ReigaR a la chica. La chica pareció sorprenderse por la pregunta, mas aún así respondió enseguida: -Algo más de dos meses-. No era posible. ¿Dos meses? Dos meses... -Tengo un rumbo que retomar- pensaba -pero aún así... en este lugar no se está mal. Es un lugar tranquilo, y hay de todo para poder vivir-. Ella era lo más misterioso de todo. ReigaR estaba seguro de que la voz que había escuchado el día que su nave encalló era la suya. Ahora él estaba en sus dominios, fuera isla o continente, y sabía que la vida no le iba a dejar muchas oportunidades para elegir.

ReigaR miró su navío y pensó que en un par de días podría repararlo y volver a zarpar. ¿Pero quería ReigaR realmente zarpar? ¿Iba a adentrarse en el embravecido mar aún a sabiendas de que sin cartas de navegación jamás volvería a encontrar el lugar? La chica tomó de la mano a ReigaR, invitándole con la mirada a que se quedase. ReigaR míró al horizonte, y acto seguido volvió su mirada hacia ella. -¿Qué ocurre?- dijo ella. ReigaR respondió: -He tomado una decisión-.

Lo que compre es lo de menos

Lo que compre es lo de menos Cada vez que me hace falta ir al "hiper" a comprar algo, no me suele entrar pereza; es algo que me gusta. Me explico. Cojo mi coche, voy al Alcampo (no por hacer publicidad, sino porque es lo que tengo más cerca), aparco, y evalúo el número de cosas que tengo que comprar, así como sus volúmenes y masas: Tengo que ver si me hace falta coger un carro. Y les daré un consejo: no fumen y lleven siempre una moneda de cincuenta céntimos en el cenicero (se ahorrarán un quebraderito de cabeza a la hora de pillar uno de esos artilugios con ruedas). Según dicen, los carros tienden a ir a la izquierda, para que la peña se acerque más a las estanterías, pero vamos, es una teoría, porque la verdad es que los carros van a la izquierda, la derecha, o simplemente no ruedan.

Pues nada, pongamos que no nos hace falta carro. Vamos a la sección de informática a comprar la tarrinita de CD's, que ya toca, unas cuchillitas de afeitar... y poco o nada más. Ahora es cuando vas a la sección de bebidas alcoholicas ¿a qué? ¡Pues a qué va a ser! A ver si las promotoras están dando chupitos, y si no, pues te alegras la vista un rato ¿no? Pero vamos, no hemos venido a ver a las promotoras. Vamos a pagar.

¿Cómo elegimos la caja? Normalmente, suele haber la misma cola en todas. O hay poca gente en todas, o todas parecen el estreno de Matrix. Elegimos a la cajera. Y no elegimos a la cajera más despampanante, no. Elegimos la que nos transmita más dulzura. Esperamos la cola y mientras tanto preparamos la mejor sonrisa para dedicarle. Estamos avanzando hacia la casilla de salida, y saldremos como caballeros. Ella apenas te mira, te saluda con un "buenas tardes", o lo que toque decir, y tú le respondes lo mismo, pero esbozando una sonrisa. Y no una sonrisa forzada. Es por esto por lo que debemos previamente buscar la dulzura. Ella, en la mayor parte de los casos, te devuelve una sonrisa más amplia. Una persona sentada viendo tantas malas caras a lo largo del día agradece una sonrisa. Y se la vamos a dar porque se lo merece.

La despedida, igual de dulce. Antes de llegar al coche debes sentirte como si te hubieras comido una tableta de chocolate blanco. Dulzura. Eso busco. Eso doy. A veces puede alegrarte tu peor día, palabra.

Metro de vuelta a casa

Metro de vuelta a casa El hombre, cuando se enamora, solamente encuentra un camino: de frente. La historia comienza con un chico que quería a su novia como nunca había querido a ninguna otra mujer. Su novia vivía en otra ciudad, muy lejos, así como a más de dos mil kilómetros, pero eso no era mayor problema para él, porque era capaz de asumirlo -todo merecía la pena por ella-. Tras nueve meses juntos, ella no vió futuro a la relación y ella le dejó. Fue terrible. Quedaron en tomarse un tiempo, pero en su fuero interno, él no vió una vuelta a estar juntos. Él aún sigue ahí, planendo ir a verla para hablar cara a cara, como deben hacerse estas cosas, y no por teléfono. Por teléfono se piden pizzas, no se corta con nadie. Pero aún no ha llegado el día. Y él sigue ahí, en la estación llamada 'Esperanza', viendo pasar los convoyes, mirando el reloj, y temiendo tener que montar en el último metro de vuelta a casa.

Es terrible que corten contigo por teléfono. Recuerdo que una vez me lo hicieron, y me resultó algo cercano a la repugnancia. En otra ocasión fue peor, ya que me dejaron un mensaje en el contestador. Una voz llorosa a la que no se le entiende nada (salvo que ya todo se acabó) y que de paso te amarga la mañana. Por favor, si alguna chica quiere tener una relación estable conmigo, absténganse las cobardes.

En fin, volviendo al tema, depués de eso siempre hay alguien que te dice algo así como "no te preocupes, si mujeres hay a montones". Gran error. El hombre no concibe en esos momentos su existencia con otra mujer. Dirá "sí, pero es que yo no quiero a otra mujer". Natural. Cuando vives tanto tiempo en la luz y de repente todo se torna en tinieblas, los ojos tardan en adaptarse y poder ver algo. Paciencia. Paciencia. Paciencia.

Son esos momentos en los que quedas con tanta gente... incluso aquellas personas que hace tiempo que no ves... y sueltas toda la basura que encierras en tu interior, cuando exteriorizas tu decepción y desaprobación de la decisión de tu pareja, y notas como un nudo en tu garganta te solicita agua; el agua que la noche anterior soltaste por tus ojos. Y vas viendo lo buena que puede llegar a ser la gente: te escucha.

Ánimo y suerte, este homenaje es par ti, Jh...